Biblioteca Nacional de Chile : propuestas de fortalecimiento del valor público
Abstract
En la actualidad el patrimonio cultural se presenta como un concepto amplio, de múltiples significados y en pleno debate de sus alcances sociales y culturales. El concepto ha ido variando según los momentos históricos y las visiones de sociedad imperantes (Sierra, et. al, 2021). La concepción contemporánea del patrimonio cultural se conecta inherentemente con la idea de conservación, preservación y salvaguarda, esto es, con la necesidad y el deber de resguardar aquellos atributos, tangibles e intangibles, propios de los bienes culturales seleccionados y valorados con el fin de que sean heredados a las generaciones futuras, lo que podemos constatar en las diversas conceptualizaciones y definiciones de estándares de preservación recomendables canalizadas en cartas y convenciones emanadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2014). Una gestión correcta del potencial de desarrollo del patrimonio cultural exige un enfoque que haga hincapié en la sostenibilidad. La “combinación acertada” de patrimonio cultural y desarrollo sostenible requiere no sólo protección frente a las condiciones ambientales adversas y el daño intencionado, sino también cuidados constantes y renovación permanente. Esta, depende en gran medida de políticas y acciones que garanticen su protección y respondan a los desafíos de hoy y los impactos de la globalización, el descuido y la sobreexplotación, e invirtiendo en procesos de valorización y revitalización que establezcan las condiciones debidas para que el patrimonio cultural prospere y dé nuevos frutos en el futuro. Estos pilares de la acción pública proporcionan la base para la sostenibilidad del patrimonio de hoy y su capacidad de contribuir a formas más sostenibles del desarrollo humano en el futuro (UNESCO, 2014). Ian Russell, (2010), sostiene que la preservación del patrimonio es una opción que nace de lo que consideramos es una imagen de tiempos pasados que enriquece e inspira los tiempos futuros; que ello tiene un valor, y que este valor se expresa por una serie de sentimientos tales como esperanzas, sueños, deseos y convicciones. Estos sentimientos, compartidos por la comunidad a partir de una historia común, constituyen la llamada identidad, concepto que se entrelaza y a veces se confunde con el de patrimonio. En tal sentido, los edificios que destacan por su valor histórico son aquellos que trascienden por su capacidad de encarnar con fuerza un valor patrimonial, así como identitario. Parte de este patrimonio lo conforma la edificación pública, y la Biblioteca Nacional de Chile, es un ejemplo de aquello. Inmueble republicano que posee el sello y el impulso fundacional de los padres de la patria; constituye el testimonio de una voluntad de trascender, valorado como tal por las generaciones posteriores para erigirse en joya de la memoria colectiva y fundamento de la identidad nacional. En el contexto de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA), sostiene que son las bibliotecas nacionales, por su evolución, por sus colecciones, por sus procesos de trabajo, por su personal e instalaciones y, en no menor medida por sus servicios, las que de manera más decidida pueden y deben jugar un papel predominante, en el desarrollo sostenible; incrementando el acceso a la información y el conocimiento en la sociedad, con la ayuda de las tecnologías de la información y las comunicaciones, contribuyen a la toma de decisiones informadas por parte de los gobiernos, las comunidades y otras instituciones destinadas a reducir la pobreza y elevar el nivel de vida de las personas en todo el mundo (IFLA, 2019). Si a lo anterior, sumamos que la teoría relativa a patrimonio en su gran mayoría trata temas de conservación y puesta en valor, y muy poca investigación respecto a la gestión, y por otra parte, que a pesar de los esfuerzos del estado chileno por robustecer la institucionalidad cultural siguen siendo insuficientes respecto a la sostenibilidad de la edificación pública, ya que no logra actuar en forma preventiva ni integrada, entonces este estudio, parte del supuesto, que las buenas prácticas de gestión pública y específicamente la aplicación de una herramienta adaptada a las características de las instituciones públicas, como la de un Diagnóstico Organizacional, podría entregar elementos que orienten el fortalecimiento de la oferta de Valor Público de la Biblioteca Nacional de Chile y su desarrollo sostenible.